XANA- Ninfa de las aguas, de singular belleza, que vive en el fondo de fuentes y lagos en los que guarda numerosos tesoros. Sale a la superficie en fechas señaladas, p.e. la noche de San Juan, a peinar sus cabellos dorados con peines y espejos de oro. En unas leyendas enamora a los hombres, en otras les lleva la desgracia y en otras, si no puede ser madre, roba los hijos humanos más guapos para criarlos como propios. Figuras similares son la Moura y la Encantada.
VIEJA DEL MONTE- Personaje emparentado con las brujas buenas de las culturas pastoriles. El imaginario colectivo la presenta como una abuela bondadosa que vive en una cueva, amasand0 el pan que luego dará a padres y abuelos para que lo lleven a los rapaces que esperan con impaciencia la llegada de sus mayores para buscar en los zurrones el “pan de la vieja”.
TRASGU- Duende que habita en las casas en las que roba y tira la leche, esconder cosas y hace todo tipo de pequeñas travesuras para reirse de los humanos. No están ligados a la casa sino a la familia y si ésta cambia de vivienda, el trasgu será el primero en subirse al carro de la mudanza. Figura parecida es el Diaño burlón.
REÑUBEIRU– Personaje fantástico que cae del cielo en tiempo de tormentas para llevar calamidades a las personas y sembrados y que puede tener forma humana. En otras versiones es, símplemente, una especie de dios de las tormentas que anuncia su llegada con truenos y relámpagos. Relacionados con los dioses de la naturaleza, están también el Busgosu, L’Arcu la Vieya y el Ojalancón o Gigante de Carpurias.
GUESTE DE ÁNIMAS– También llamada guéspeda de ánimas, estantigua, bonaxente o buenagente. Es la cristianización, de la tradición astur y celta en la que en Samhain (noche entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre) se comunicaban ambos mundos: el de los muertos y el de los vivos. Es un cortejo fantasmal que vestido con sudarios blancos y llevando cirios encendidos, recorre los caminos por la noche, en busca de las almas perdidas y anunciando la muerte de los enfermos.
CUÉLEBRE– Animal de gran tamaño cubierto de duras escamas, emparentado con dragones y serpientes, que aterroriza a pastores y labradores, destruyendo rebaños y sembrados. Para quedarse tranquilo exigía la entrega periódica de una oveja o de una joven. En distintas versiones puede tener, o no, pequeñas alas de murciélago.